viernes, 1 de mayo de 2009

El precio de las entradas atenta contra el retorno de las familias al estadio.

Una de las cosas que han salido a debatir, debido a los incidentes de San Carlos, es que se está luchando para que vuelvan a ir las familias a los estadios. Se les hecha directamente la culpa a las “barras bravas” que cometen incidentes en los recintos deportivos del país. Sin embargo me parece que ha habido una gran mejoría en el comportamiento por parte de esta gente(Siempre habrá algunos que causen disturbios) y en gran parte gracias a la responsabilidad que se quiere instaurar con el asunto de los nuevos estadios sin rejas. Pero me pregunto, ¿Ese es el factor por el que no vuelve la familia al Estadio? No. De todas maneras influye, y mucho, pero me parece que hay otro factor que también tiene gran responsabilidad, este es el precio de las entradas. Se entiende que como que algunos equipos, sobre todos las S.A. busquen obtener grandes recursos con la venta de entradas, pero ¿No exagerarán? $5.000 pesos la galería me parece casi un robo.

Digamos que a la galería, van los hinchas que quieren estar en la barra, y los que no cuentan con recursos para invertir más plata en ese espacio de entretenimiento. Los de la segunda situación se ven afectados directamente con el alto precio de los boletos. Una persona que desea ir al estadio con su hijo y su señora, debe desembolsar nada menos que $15.000, una gran suma que si consideramos puede llegar a ser el 10% de las ganancias de un trabajador con el sueldo mínimo. Si queremos que vallan las familias, y las de todos, es más que necesario manejar bien el precio de las entradas, para que así sea rentable el gasto de esa cantidad de dinero en un espectáculo de tan solo noventa minutos y que también se puede observar por televisión

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