domingo, 27 de noviembre de 2011

La gran omisión en el caso bautizo

Con mucho asombro, desilusión y desconcierto nos hemos enterado de las faltas disciplinarias de los seleccionados chilenos de fútbol.
En momentos que todos discuten si se miente o se omite información sobre problemas estructurales de nuestro fútbol –violencia en los estadios, encubrimiento de barras bravas, calidad de los arbitrajes, etc.- los duros hechos nos vuelven a demostrar que tenemos problemas estructurales endémicos que explican no sólo lo anterior y que ni siquiera las brillantes eliminatorias o triunfos mundialistas han podido solucionar.
En este caso, el problema es más humano que material. La situación de los seleccionados chilenos de fútbol, aún en medio de esta crisis, lo demuestra. Nadie puede desconocer que detrás de cada uno de los jugadores –incluidos los sancionados- hay historias de esfuerzo y talento que son admirables. Es más, detrás del discutido sistema de conducción del entrenador de la selección, hay lecciones de liderazgo exitosas y dignas de ser replicadas.
La historia de nuestro fútbol y, en especial de nuestros futbolistas, puede ser vista como una leyenda negra. Hay argumentos y narradores de sobra para ello. Ni más ni menos negra que la leyenda que cualquiera podría escribir de la política, los negocios, la cultura y otras actividades si todo y a toda hora tuviera la visibilidad que tiene la vida del fútbol, sus dirigentes y sus futbolistas.
Pero la historia de nuestro fútbol, y en especial de nuestros futbolistas, puede ser una digna leyenda. Sí que hay argumentos. Si faltan relatores o públicos dispuestos a escucharla, el problema es nuestro, es del fútbol.
Así como sugeríamos a sus dirigentes y a sus líderes sindicales, estar en la discusión de la educación, porque el colegio y especialmente la universidad atentan contra el deportista, también sugerimos mirar lo que estamos haciendo en la formación de las personas que juegan al fútbol.
Al futbolista le animamos a que se dedique en cuerpo y alma a practicar, a mejorar física y técnicamente, a ganar, a rendir y a generar ingresos.
Le ilusionamos con un gran futuro, le invitamos a subir a un “supercoche” que le llevará al mejor club, a la liga extranjera, a la fama, a la riqueza, a la buena vida, al lugar jamás soñado.
Y quien lo logra es digno de elogio. En el viaje de Vidal, Carmona y los otros, hay esfuerzo y transpiración, mucha transpiración. Con nobleza y solidaridad consiguen pan, techo, abrigo y enderezan una vida de marginalidad para toda una familia. Cargan a sus espaldas, aún a costa de voltearse, a todos los que compartieron con ellos la indigencia.
Buscamos las mejores tecnologías, los mejores recursos, la mejor infraestructura para que nuestros jóvenes futbolistas se suban al “supercoche”.
Sólo una gran omisión: ni un minuto, para enseñarles a manejar el “supercoche” y recordarle, como al César su “ad later”, que es humano.
Ni un segundo para aplaudir y para enseñar, junto con el regate, las buenas costumbres, un gesto educado, el digno fair play. La moral.
Todo se lo traga el gol, sólo el gol y el oropel. Aunque entrenes duro, te comportes dignamente, si la pelota pega en el palo, te traga el gol. Y se estrella el “supercoche”.

Deporte y Educación

El país está volcado en el tema educacional. Las legítimas aspiraciones de la ciudadanía de avanzar desde la cobertura a la calidad y sostenibilidad tanto para alumnos, profesores y establecimientos educacionales nos invita a reflexionar sobre el rol del deporte como herramienta educativa y otras derivadas.
Es indudable que el deporte es una escuela de valores como el esfuerzo, el sacrificio, la lealtad, el trabajo en equipo, el respeto a las reglas del juego, la generosidad, superación, etc y como tal una herramienta educativa que, desgraciadamente, esta desaprovechada en Chile. Los programas deportivos de las escuelas y universidades, públicas y privadas, no pasan de ser instancias “generadoras de transpiración” que en nada contribuyen a formar niños y jóvenes capaces de afrontar las demandas sociales.
En ese entorno, mucho avanzaríamos si en la mesa de conversaciones ponemos el deporte. ¿Debe depender del Ministerio de Educación el Instituto Nacional del Deporte? ¿Se preocupa éste del deporte escolar y universitario como debiera hacerlo en la doble función de herramienta educativa y detección de talentos para el deporte de élite?
Miles de jóvenes escolares tienen condiciones, carecen de medios y técnicos idóneos, no tienen competencias y/o carecen de facilidades para compatibilizar los horarios de entrenamiento con los de estudio.
La Universidad es la tumba de los deportistas. Sólo la buena voluntad o la discrecionalidad de uno u otro docente permite mantenerse en ambos escenarios pero la regla general es que nadie que desee estudiar en serio puede hacer seriamente deporte.
Los clubes deportivos que conducen a los deportes de élite, especialmente el fútbol, compiten en demandar dedicación y esfuerzo con la escuela, olvidando que en la alta competencia lo que distingue a uno de otros no son necesariamente las habilidades físicas que están debidamente entrenadas sino el nivel de aprendizaje y comprensión de variables tácticas y visiones de juego.


Desde el mundo del deporte y en especial desde las organizaciones de deportistas, sindicatos o mutualidades, debiéramos exigir que en el debate de la educación, en algún momento, se converse sobre la conveniencia de tomarse en serio el deporte como herramienta educativa y considerarlo un aliado irrenunciable en la lucha por mayor calidad educativa. Exigir que la autoridad deportiva se preocupe de fomentar y desarrollar el deporte escolar. Conseguir que colegios y universidades den facilidades y reconozcan el derecho a hacer compatible la vida de estudiante de calidad con la de deportista de élite.
Estudiar y hacer deporte, en serio y con calidad, son dos escenarios compatibles si la autoridad está dispuesta a dar facilidades y con ello más oportunidades a la juventud chilena.

viernes, 2 de septiembre de 2011

El caso Basay

Escribo esta columna expresando mi admiración por Ivo Bassay como futbolista, y mis respetos por su carrera como entrenador. Lo ha hecho bien, merece el éxito y se destaca en nuestro medio no sólo por su trabajo sino por su forma de ser.
Dicho esto, el caso Bassay constituye una oportunidad, no para reprochar, sino para reflexionar algunos conceptos. Los reproches éticos no le hacen bien al reprochador. (Ya se animaba en la antigua Grecia a cuidarse de los que hablan de ética). Lo que nos hace bien a todos es exigir coherencia y consistencia en las actuaciones, de todos y en todos los momentos.
La profesionalización del fútbol no supone olvidarnos del compromiso con los valores y principios propios de esta actividad deportiva. Así como la responsabilidad social de las empresas no es hacer filantropía regalando a los más necesitados sino en hacer bien las cosas propias de su giro, también en el mundo del deporte la responsabilidad social de sus actores es hacer bien lo que la sociedad espera que hagan los protagonistas del deporte.
La mera legalidad no lo es todo. La responsabilidad social del deporte y los deportistas supone ir más allá de la ley, cumplir con un peldaño más de lo exigido por una norma que casi siempre va un metro más atrás de la realidad. (¡¡No lo sabremos eso los chilenos!!). Sólo así hay legitimidad, que no es otra cosa que hacer lo que se debe hacer y no solamente lo que se puede o conviene.
Si bien el fútbol profesional es una actividad con fines de lucro, ello no le da derecho a ser permisiva con principios propios del mundo del deporte. Si los valores del fair-play son la diferencia y posicionamiento social e individual que reclaman para sí quienes están en el mundo del deporte, con mayor razón dichos valores son los que deben movilizarlos en busca de su legítimo lucro.
En la alta competencia los resultados, más que los procesos, son los que mandan. Por ello, la misma legitimidad que tiene un entrenador o un futbolista para tomar nuevos rumbos cuándo ello le supone una mejora deportiva y económica, la tiene un club para cesar a un jugador o un entrenador por bajo rendimiento. La canción de los procesos, el largo plazo y la espera ante malos resultados, ya no van por el lado del alto rendimiento sino por la formación. No es signo de ignorancia deportiva de una directiva que se niega a ofrecer contrato a 4 años plazos ni respaldar a todo evento a un entrenador o a un futbolista de bajo rendimiento. Es sólo resguardar un horizonte de éxito que se ve afectado por el bajo rendimiento.
Tanto como nos parece mal privar a un deportista de acceder a un futuro mejor, no nos debe parecer bien que el club deba resignarse a perder un patrimonio deportivo por el mal trabajo de sus futbolistas o técnicos.
La oportunidad de entrenar y jugar tiene un valor y hay clubes que son una excelente vitrina. Dirigir o jugar en Santiago, o en provincias cercanas a la capital, en clubes con capacidad de invertir más allá de la media, supone reales alternativas de éxito deportivo y visibilidad en los medios, lo que construye una buena plataforma para escenarios mayores.
Los técnicos y jugadores que llegan a estas instituciones deben estar dispuestos a pagar un precio por esto: menor renta, clausula de indemnización y/o lo que la imaginación de los asesores disponga. Los clubes tienen derecho a ofrecer contratos indefinidos, que se pueden terminar con sólo un aviso. Los entrenadores y jugadores, derecho a cobrar grandes premios por objetivos. Pero nadie, a ser juzgado en su competencia o idoneidad personal, técnica o directiva por la variante económica de un contrato profesional.
Este caso ayudará a reflexionar y fijar principios de actuación para que las cosas en el fútbol chileno dejen de ser buenas o malas dependiendo de quién se trate.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Revolución en el futbol joven


Escribía en la columna anterior que el gran valor de la era Bielsa no estaba en que llegaríamos adonde jamás lo habíamos hecho, sino que apostábamos por un cambio en la estrategia y metodología. Lo que es indesmentible y digno de elogio fue que con Bielsa demostramos que las cosas se pueden hacer de forma distinta a lo que estábamos acostumbrados y con excelentes resultados.
Si miramos lo que pasa en el fútbol joven, me temo que no vamos a dar el gran salto que necesitamos.
Por ejemplo, se arma una crisis allí donde es menos relevante y seguimos apuntando a los flancos y jamás al meollo del asunto.
Se discute sobre los miembros del cuerpo técnico y los de la comisión cadetes. Se hacen declaraciones que “ahora se trabajará como nunca” ignorando que dentro de los que llegan, arriban algunos que fueron jefes de procesos anteriores donde, a contrario sensu, ¿no se trabajaba?
Lo que necesita el fútbol joven es UNA REVOLUCION. Necesita cambiar estructuras de fondo.
¿Son las categorías del fútbol joven las que deben ser? ¿Deben estar en el fútbol joven sólo los clubes asociados en la ANFP o se debe ampliar la base? ¿Qué pasa con la Federación y el rol formativo del fútbol aficionado? ¿Es la ANFA un socio amateur o hay un profesionalismo encubierto que a través de la tercera división ha matado al fútbol amateur chileno? ¿Dónde están los campeonatos nacionales juveniles que eran un foco de captura de jugadores? ¿Las ligas comunales, rurales, laborales? ¿Florece el fútbol seniors, bienvenido porque puedo seguir jugando, y muere el fútbol joven?
En una línea correcta de protección a los trabajadores se ha garantizado el contrato de trabajo a los jugadores mayores de 18 años pero, por un tema de madurez tardía del deportista chileno, se ha condenado al desempleo o al abandono de la actividad a cientos, sin asegurar una alternativa que les permita elegir en un contexto de seguridades y oportunidades ¿una victoria a lo pirro? ¿Podrá haber filiales y un régimen de traslado de categorías que permita un flujo permanente de jugadores propios sin afectar cupos y con ello oportunidades de jugar?.

¿Por qué el fútbol no utiliza los fondos del subsidio al empleo juvenil si es una gran fuente de empleo joven? ¿Por qué en plena época del e-learning donde miles de profesionales y ejecutivos se forman a distancia, los jóvenes que practican futbol en clubes de la ANFP no pueden estudiar como alumnos libres, en modalidad e-learning, en forma nocturna o 2 años en 1 por el sólo hecho de no tener 18 años? ¿Por qué el INAF no se transforma en Colegio y absorbe las demandas de alumnos que demandan horarios y programas escolares especiales afines a su condición de deportistas de alto rendimiento?
Hay temas mucho más relevantes que discutir sobre si asume Zutano o Fulano. Todos los que llegan y los que se van, han sido en su momento seguidores de la estructura piramidal (que tanto daño ha hecho al fútbol chileno) y, por ende, jefes absolutos y con plenos poderes de la formación de cadetes en sus respectivos clubes y nada hemos avanzado.
El fútbol cadetes necesita trabajo directivo, del mismo nivel y empoderamiento que el que necesita el la Liga Profesional y la Selección. Un trabajo en el lugar adonde deben trabajar los dirigentes de verdad: afuera de la cancha.
Hay mucho que hacer ahí con alto impacto en el trabajo al interior de la cancha: Educación, Empleabilidad, Salud, Nutrición, Prevención de la Drogadicción y Alcoholismo, Formación en Habilidades Sociales, Promoción de Escuelas Deportivas, Descentralización y Cobertura Territorial del trabajo y formación de Técnicos para Jóvenes (con competencias y habilidades distintas de los técnicos para alta competencia), torneos internacionales, en Chile y en el exterior, giras y más partidos, jugar y jugar, etc etc.
Por ello, creo que hay que revolucionar. Mirar adonde lo han hecho bien y traer a alguien que dirija, implante políticas, cree hábitos. Que superando lo hecho por Bielsa, logre no sólo resultados y nuevos métodos, sino también deje escuela.
En el fútbol cadetes, como en el adulto, se ha demostrado que los resultados adentro de la cancha los podemos conseguir entre nosotros y con nuestros precarios métodos. Pero también sabemos que esos resultados no sirven de nada si una vez terminado el partido bajamos de la gloria para seguir viviendo en el subterráneo.

domingo, 24 de julio de 2011

Los Anfitriones de la alegría

En medio de la vorágine de la Copa América le invito a que Ud. escriba esta columna. Me comprometo a entregarle unas sugerencias mágicas para que despliegue todas las emociones que le hagan evocar.
Mis sugerencias, son algunos nombres. Estoy seguro que en cada uno hay espacio para redactar momentos irrepetibles y escribir una nota espectacular.
Mundial de 1930. (Uruguay). Cortes; Poirier, Morales; Elgueta, Saavedra; A. Torres; Schneberger, Vidal, Villalobos, Subriabe, Ojeda. DT. Jorge Orth
Mundial de 1962.(Chile). Escuti; Eyzaguirre, Contreras, Raúl Sánchez, S. Navarro; Toro, Rojas; Ramirez, Landa, Fouilloux, L. Sánchez. DT. Fernando Riera.
Mundial de 1966. (Inglaterra). Olivares; Valentini, Cruz, Figueroa, Villanueva; Prieto, Marcos; Araya, Tobar, Fouilloux, Sanchez. DT.Luis Alamos.
Mundial de 1974. (Alemania). Vallejos; García, Quintano, Figueroa, Arias; Rodriguez, Paez, Valdés, Reinoso; Caszelly, Ahumada. DT Luis Alamos.
Mundial de 1982. (España). Osbén; Garrido, Figueroa, Valenzuela, Bigorra; Dubó, Bomballet, Neira, Moscoso; Yañez, Caszelly. DT Luis Santibañez
Mundial de 1998. (Francia). Tapia; Margas, Fuentes, Reyes; Villarroel, Parraguez, Rojas; Estay, Sierra; Zamorano, Salas. DT Nelson Acosta.
Mundial de 2010. (Sudafrica). Bravo, Ponce, Medel, Jara; Isla, Carmona, Vidal; Fernandez; Sanchez, Valdivia, Bousejour. DT Marcelo Bielsa.
Seguro que habrá muchos otros nombres, como Chaparro, Riveros, Arellano en el 30; Rodríguez, Moreno y Tobar en el 62; Véliz, Yávar y Socías el 74; Gamboa, Dubó y Galindo el 82; Acuña, Vega, Ramírez y Aros el 98; Suazo, González y Estrada, el 2010. También hay algunos que no llegaron a un mundial pero que están en la lista de inmortales, como el “Pájaro” Rubio, el “Arica” Hurtado, el “Negro” Hogde o el “Pata Bendita” Castro. U otros que empezaron nuestra gran historia en los mundiales juveniles como Neira, Rozental, Poli o Lobos y en los Juegos Olímpicos como Pizarro, Navia, Olarra o Alvarez.
Escriba lo que quiera y no olvide jamás que esos hombres merecen la inmortalidad en las líneas porque han sido los grandes anfitriones de nuestras alegrías.

El Cruce de Los Andes


Finalizada la Copa América 2011 con una nueva decepción deportiva bajo el brazo queda atrás la Cordillera de Los Andes y recuerdo los años en que ésta constituía, junto al oceáno, el desierto y los hielos australes, una verdadera cárcel que impedía nuestra universalización.
Con entusiasmo, convencidos de nuestra valía y con políticas afines y continuas, los chilenos salimos al mundo y esos barrotes naturales hoy constituyen un símbolo de lo que somos capaces de superar para llegar hasta allá adonde soñamos.
La Cordillera una vez atravesada, como lo hizo la futbolera “marea roja” en emocionantes caravanas de vehículos en pleno invierno, no constituye ni un escollo ni una excusa sino representa un trampolín que nos prestigia.
Desgraciadamente, creo que en el fútbol aún no nos atrevemos a superar las cárceles en las que nos encierran nuestros éxitos esporádicos y los héroes de la exitosa epopeya.
Durante muchos años, como alguno de los enclaves naturales que nos encerraban (y que hoy sabemos que también acercan), las figuras sacralizadas de los héroes de una gesta deportiva suponían un escollo para el que intentara el día después perseverar en el cambio. Pobre de aquél que contradijera a don Fernando Riera post 62 , o que estimara que había llegado la hora de don Luis Alamos el 66 , o considerara cumplida la etapa de Luis Santibañez el 82 o promoviera un técnico diferente a Nelson Acosta el 98.
Este temor paralizante en que vivía el medio deportivo, anclado en éxitos pasados y temeroso de restarse de ellos con nuevos nombres, estilos y estrategias, como si el fútbol fuera estático y las estrategias eternas, se rompió con un salto al futuro lleno de valentía, visión y compromiso deportivo con Harold Mayne-Nicolls y Marcelo Bielsa.
La apuesta que nos instaló en Sudafrica 2010 tenía mucho de rompimiento con un estilo pero se asimilaba en el objetivo que ya habíamos logrado anteriormente: vivir como protagonistas un nuevo mundial de fútbol.
El gran valor de la era Bielsa no estaba en que llegaríamos adonde jamás lo habíamos hecho, sino que apostábamos por un cambio en la estrategia y metodología y apropiándonos de una frase muy usada en política, solo constituía, “una nueva forma de entrenar” para conseguir el objetivo deportivo de siempre.
Innovar y progresar es hacer lo mismo de distinta forma. Por ello, no entro en la discusión si Bielsa es el mejor entrenador de la historia del fútbol en Chile. Hay mucho paño que cortar ahí. De partida, el tercer lugar en el mundial del 62 no ha sido jamás conseguido por el DT argentino y el paso a octavos no es un record inédito en el fútbol chileno.
Lo que sí es indesmentible y digno de elogio es que con Bielsa demostramos que las cosas se pueden hacer de forma distinta a la que estamos acostumbrados y con excelentes resultados. Es el cumplimiento de objetivos más que el apegarse a una determina escuela lo que legitima un proceso deportivo.
Sin embargo, esta parálisis que Bielsa había roto, con la partida de Bielsa revive y amenaza con condenarnos.
Bielsa, como la Cordillera de Los Andes, debe ser algo que constituya un trampolín para nuestro futuro y no una cárcel para nuestro fútbol. Que haya estado 3 años dirigiéndonos debe ser un activo y no un freno. Como él mismo lo demostró, y a mi juico fue su más grande aporte a nuestro deporte, no hay recetas eternas para cumplir objetivos y hay que aventurarse a cambiar de métodos y liderazgos.
La marea roja cruzó los andes y estuvo con nuestra selección porque hace tiempo que los chilenos de a pie vemos oportunidades más que problemas. El mundo del fútbol debiera salvar la valla que nos ha dejado Marcelo Bielsa, usar sus enseñanzas como un trampolín que nos impulse a apostar con valentía al futuro y dejar de mirar todo y a todos con los ojos del trasandino. De partida, estoy seguro que él ya ha cambiado sus recetas en su actual estación de Bilbao.
De eso se trata progresar, avanzar sin depender más que de nosotros mismos. Por eso, no debe ser la diferencia con Bielsa lo que debe animar la crítica a Borghi, sino como dirigió concretamente la selección. Por eso, no debe ser el cómo jugaba con Bielsa la explicación al bajo rendimiento de algún jugador, sino como jugó realmente el partido en cuestión.
Al final del día, hay jugadores y técnicos capacitados para darnos satisfacciones deportivas. En el fútbol, como en la vida, siempre sale el sol. Lo supo Riera, Alamos, Santibañez, Acosta y, mejor que nadie, lo sabe Bielsa.

martes, 28 de junio de 2011

EN LA COPA DE AMERICA

Se inicia la Copa América 2011 y como siempre, parece que nos jugamos la suerte del chile futbolístico en la cancha, olvidándonos que las contingencias inciertas de ganancia y pérdidas propias de un juego, hacen de tal apuesta algo muy arriesgado y de paso ponemos en los hombros de futbolistas y técnicos desafíos que no necesariamente ellos deben salvar.
Ocurre, por ejemplo, en cada mundial. En Chile 1962, en Inglaterra 1966, en Alemania 1974, en España 1982, en Francia 1998 y, recientemente, en Sudafrica 2010. Nos sentimos dueños del universo futbolístico, pregonamos los mayores éxitos y encumbramos a nuestros futbolistas entre los mejores del mundo. Posteriormente, como el péndulo que es compañero de ruta de nuestro país desde tiempos inmemoriales, destrozamos todo, refundamos incluso lo que no hemos fundado y queremos reconstruir lo que aún no levantamos.
Creo que en esta Copa América tenemos equipo y entrenador suficientes para representarnos con dignidad y a la altura de los que somos. Ni los peores ni los mejores, pero buenos.
Dejemos que los medios de comunicación hagan su trabajo de posicionamiento de la Copa América, el mejor contenido del momento, pues invierten para tener éxito con ello. Dejemos que los auspiciadores revolucionen la franja de avisos trabajando por el retorno comercial que los motivó a serlo. Dejemos que el comercio de turismo presente el torneo como una de las maravillas del mundo. Dejemos que los nuestros jueguen y que, si ganan o pierden, sea solo en la cancha.
Sin embargo, al mundo del fútbol no es sólo la Copa América los que nos debe movilizar. También nos debe movilizar hacer de nuestro fútbol una gran actividad. ¡Seguro que es útil para ello ganar la Copa América!. Pero no es lo único ni lo primordial.
Debemos tener una Federación fuerte y respetada. Que se soporte en la Selección Nacional pero que también debe abordar las selecciones menores y los otros juegos derivados del fútbol con similar preocupación. Federación que considere dentro de sus obligaciones principalísimas trabajar por el buen posicionamiento público de la actividad, los clubes, deportistas, dirigentes y funcionarios relacionados. La ANFP y la ANFA, por igual, deben ser asociaciones transparentes y eficientes capaces de organizador ligas atractivas y competitivas.
Los Clubes deben ser sólidos, financiera y deportivamente, con estadios y espectáculos de calidad y seguros para todos. Con divisiones inferiores donde realmente se formen futbolistas, con todo lo que ello significa en términos de infraestructura, recursos humanos y financiamiento.
Con un INAF más involucrado en la capacitación de los actores vigentes, entregándoles los conocimientos necesarios para enfrentar los nuevos desafíos de la industria: tecnología del deporte, medicina deportiva, derecho deportivo, nuevas tendencias en gestión directiva y otros temas relevantes para mejorar, sin olvidar que también tiene un papel activo en superar los problemas que va revelando la contingencia, como el arbitraje, la formación de técnicos y la violencia en los estadios.
Si abordamos este desafío de hacer de nuestro fútbol una actividad con buena reputación, de calidad y sostenible no sólo tendremos un fútbol mejor y más desarrollado, sino que también nos instalaremos para siempre en LA COPA DE AMERICA.

sábado, 11 de junio de 2011

La Grandeza Social del Fútbol

La Selección Chilena de Fútbol está nuevamente ad portas de una participación internacional. La Copa América nos espera. Las entradas, los hoteles, los viajes están agotados. La Selección Chile sigue viva como sentimiento y como producto.
Los auspiciadores entienden que el genérico fútbol arrastra multitudes y apuestan por la Copa América. Otras marcas, aprovechan el efecto lateral, se suben a esta fiebre y desarrollan promociones que tienen como ganchos más espectaculares las entradas al partido o los encuentros con jugadores y técnicos de la selección.
Entonces, hay que cuidar el fútbol. Este deporte es el deporte de Chile y nada hay que lo impida. Ni la crónica roja que achaca al fútbol y no a los delincuentes la violencia en los estadios. Ni la crítica discriminatoria que achaca a este deporte malas prácticas directivas y no a las personas que las ejercen.
El deporte fútbol es un buen deporte y sus seguidores son buenas personas. De otra forma no habría promociones que benefician a los que siguen o gustan de este deporte porque nadie quiere como clientes a los malos. No habrían ligas aficionadas ni deporte escolar que lo practiquen.
Cuando se discute por las tremendas diferencias sociales que hay en nuestro país ( “un latente polvorín” , dicen algunos) y se reclama por oportunidades concretas de movilidad social, el deporte fútbol permite que niños humildes dejen atrás sus días de hambre y miedo y encuentren el paraíso en la tierra.
Pero el paraíso en la tierra no es el Udinese de Alexis o el Bayer de Celia. Ni el Monterrey del Chupete o el Sevilla del Pitbull.
Cuándo no hay vivienda ni comida diaria, cuando hay hacinamiento y marginalidad, el paraíso está en el baño con agua caliente, la ración de alimentos diarios, el médico de cabecera, el viático para la locomoción y en otros servicios, básicos pero no por ello ausentes, que le entrega la rama cadetes de cualquier club de la ANFP a los miles de jóvenes que practican el fútbol federado.
El paraíso está en el digno empleo como futbolista profesional, en un país con un alto desempleo juvenil, que se encuentra incluso en la tercera división profesional. En el sueldo, siempre superior al ingreso mínimo al que la mayoría de los jóvenes futbolistas podrían aspirar en otras actividades.
El deporte fútbol tiene la vida profunda, generosa y permanente que suelen tener las actividades nobles que benefician a las personas buenas.
¡¡¡Cuidemos al fútbol que el fútbol cuida de miles de jóvenes y familias chilenas ¡!!!

domingo, 29 de mayo de 2011

Ministerio del Deporte

El anuncio presidencial de constituir un Ministerio del Deporte es un ejemplo de la importancia que la autoridad da a la actividad deportiva. Soy partidario de esta iniciativa, y de todas las que se implementen para mejorar el posicionamiento social e institucional del deporte, como la de considerar el deporte un derecho de rango constitucional que hace posible los derechos a la salud, a la vida digna, a la educación y a otras manifestaciones de la personalidad.
Sin embargo, la realidad deportiva nacional no puede esperar el despliegue de esta iniciativa para empezar a mostrar cambios importantes. No sólo por una cuestión de tiempo de un trámite de esta naturaleza o de urgencias para el éxito sino porque los indicadores deportivos aún pueden ser impactados de gran forma sin necesidad de cambiar la institucionalidad.
En efecto, en Chile están disponibles todos los elementos necesarios para que el deporte sea importante y masivo. Hay infraestructura; hay deportistas; hay profesores de educación física; hay dinero. Pero no hay gestión.
No hay gestión que permita utilizar de manera sostenible la gran cantidad de multicanchas abandonadas que existen en las poblaciones chilenas. No hay gestión que permita que los jóvenes interesados en practicar deportes no sean perjudicados en sus estudios. No hay gestión que permita aprovechar la gran cantidad de profesionales universitarios preparados para hacer administración y recreación deportiva. No hay gestión que permita focalizar los grandes presupuestos destinados al deporte en proyectos sostenibles y evaluables.
En la administración pública hay múltiples iniciativas de diversos ministerios y con diferentes objetivos que tienen al deporte como plan maestro.
En las Federaciones Deportivas, no existen políticas claras ni rutas que inviten a los chilenos a incorporarse a ellas.
En la vida diaria, un padre de familia que debe criar a un hijo deportista incurre en gastos superiores a cualquier crianza normal: alimentación especial; ropa deportiva; cuotas económicas para financiar el club deportivo y/o técnicos; aportes para viajes y desplazamientos a entrenamientos y competencias; cubrir lesiones traumatológicas con baja cobertura en Fonosa e Isapres; etc.
Con gestión hay muchas vallas que se pueden saltar de inmediato.
Mientras damos a luz al importante Ministerio del Deporte, con imaginación, coordinación y/o subsidios, se puede hacer posible que miles de chilenos hagan deporte, sin afectar su presupuesto familiar, en multicanchas abandonadas y dirigidos por competentes profesionales que no tienen la oportunidad de aplicar sus conocimientos.

viernes, 15 de abril de 2011

Arbitrajes

Todos coinciden que el nivel de los árbitros chilenos ha bajado. Contamos con la dificultad propia del arbitraje, lo imprevisto, subjetivo, discrecional que supone ver falta en una acción que transcurre en una fracción de segundos y resolver en el mismo breve tiempo. Todo con el clima ambiente, el stress de la actividad, el cansancio propia de una actividad física intensa y de 90 minutos, etc. Sin embargo, coincidiremos que hay cosas de conocimiento, estilo, interpretación, rendimiento físico, ubicación en la cancha, que pueden ser gestionadas sin importar la naturaleza aleatoria del arbitraje. Para eso, debe haber una política institucional clara y recursos adecuados. Hay que generar una revolución en el sistema. Innovar en captación y formación de los recursos humanos interesados en arbitrar; aumentar las experiencias prácticas previas; la capacitación de los árbitros en actividad; los cursos de educación en reglamentos para árbitros, jugadores y otros actores vinculados a la actividad y con ello cuidar la legitimidad de la actividad referil; etc. etc. Este es hoy el desafío mayor que tiene el fútbol chileno después de la violencia en los estadios. La Selección como producto y como vehículo de imagen corporativa del futbol, del deporte y del país está firme aun cuando se haya producido el cambio de entrenador. Supervisar que los factores ajenos al juego pero que la sostienen como la disciplina, metodología, alta competitividad, etc se mantengan es la tarea en lo referido la selección. Colaborar con la autoridad que asumió el reto de erradicar la violencia en los estadios para que no haya espacio alguno en el seno del fútbol a cómplices, encubridores ni menos a autores de delitos de violencia en los estadios es un reto que se está dispuesto asumir y en el que no debe flaquearse a la primera crujidera que la aplicación de esta política genere. Mejorar el arbitraje está esperando el pistoletazo que anuncie la largada de este proyecto, que ya es casi un anhelo de sobrevivencia de la actividad. Si sumamos lo anterior, la calidad del campeonato mejorará porque simplemente ya no habrán excusas para no tener estadios, programaciones, rendimientos y actitudes de excelencia en todos los ámbitos y, por supuesto, adentro de la cancha y con la pelotita en los pies.

viernes, 8 de abril de 2011

VIOLENCIA EN LOS ESTADIOS


La violencia en los Estadios es un tema muy particular que a veces hace sonreir y siempre sonrojar a los ciudadanos que desean ir civilizadamente al fútbol. Sonreir por la frescura de delincuentes e indiferencia de las policías al interior del estadio. Sonrojar, por la verguenza de vivir en un país que no es capaz de ganarle el pulso a los delincuentes del fútbol. Hace sonreir la impunidad con la que actúan los delincuentes. Bandidos que comenten delitos comunes y especiales en los estadio, en el barrio y en los medios de transportes públicos en los que se desplazan a los recintos deportivos. Impunidad avalada por el actuar de la policía, aparentemente más preocupada de salir bien parada en las encuestas de percepción y simpatía ciudadana y de cuidar el trabajo evitando la farisea demanda de protección de derechos civiles del criminal zamarreado. Una policía que ha fracasado con su estrategia de seguridad que prefiere convenir y conceder espacios a los barristas para que cometan delitos menores para evitar males mayores. (Como si a usted ante un llamado de auxilio al 133, éste le sugiera que se deje robar una lavadora para garantizar que no le roben el vehículo). Hace sonrojar, cuando hablamos de que las instituciones están con todo avocadas a eliminar la delincuencia y conocemos estas perversas alianzas. Hace sonrojar cuando ciudadanos normales que, por apariencia y actitud, jamás han cometido ni cometerán delito alguno son humillados publicamente en revisiones previas y por la puerta del lado, los delincuentes ingresan libre y campantemente materiales prohibidos e imposibles de ocultar bajo la ropa: bombos; banderas; lienzos; etc. (En la final de la Universidad de Chile con Unión Española de hace 2 temporadas, el carabinero me quitó el diario porque podía ser usado como medio de agresión; ví que las barras tenían bombos y banderas) Se le echa la culpa a los clubes que no empadronan, no persiguen, no rechazan. Los que están a cargo de la seguridad pública son los fiscales, los policías y los jueces. El que responde es el Ejecutivo. Por eso, hay que investigar, perseguir y condenar sin importar la pasividad de los clubes. Puede resultar que los clubes, sí los mismos que ahora son garantes de la seguridad pública en los estadios, sean cómplices o encubridores de esos delincuentes. Falta voluntad política. Falta que dejen de reirse los delincuentes y que empiecen a sonrojarse las autoridades(policías, fiscales, jueces, políticos, etc). Es la hora que disfrutemos los ciudadanos serios.

sábado, 26 de marzo de 2011

Y afuera de la cancha?


Todos escriben, comentan y polemizan sobre lo que debe hacerse adentro de la cancha: que el sistema Bielsa se diferencia del Borghi; que los 4 defensas o los 3 del fondo; que hay que alinear tres delanteros o sólo dos; que hoy se deja entrar a la prensa y que se puede jugar play station; que ayer no había visitas de reconocimiento ni entrenamientos públicos....... Y afuera de la cancha? Invito a conversar mas allá de los nombres propios, sus curriculums o prontuarios, que es a lo que se reduce el debate directivo. Contra lo que se cree, el fútbol no sólo se hace adentro de la cancha. Afuera de la misma, a veces se sella la suerte de los que entran a darle a la pelota. Ocurre que los que están afuera, en vez de tener clara su pega, diseñarla y enfocarse a ella, se quieren juntar con los que están adentro y duplicar funciones. La Federación de Fútbol, la ANFP y la ANFA necesitan un cambio institucional profundo y urgente. Nuevos estatutos, nuevos reglamentos, nuevas bases de campeonato pero también se deben crear nuevas instituciones. Hay que crear una Contraloria Interna que vele por la legalidad, general y especial, de todos los actos y resoluciones. Un Centro de Perfeccionamiento que coordine las necesidades de formación y capacitación continua de los profesionales que trabajan en la Federación, ANFA, ANFP y clubes asociados para mayor eficiencia y productividad. Un Fondo de Desarrollo Institucional que genere recursos para subsidiar proyectos institucionales y fomentar el crecimiento de los clubes socios de la ANFP y ANFA. Una Gerencia de Recusos Humanos que transforme a la Industria del Fútbol en el mejor lugar para trabajar del país, fomente y destaque el empleo juvenil que otorga el fútbol profesional y apoye la empleabilidad de los deportistas y ex deportistas en otras industrias una vez que dejen la actividad deportiva. Una Gerencia de Planificación y Desarrollo Estratégico que desarrolle una visión corporativa de la industria , recoja las nuevas tendencias y desarrolle sinergias entre los clubes para generar mayor valor, negociando corporativamente frente a oportunidades comerciales similares o replicando entre los clubes chilenos las mejores prácticas de gestión nacionales e internacionales. Y, ciertamente, una Fundación que cumpla con el compromiso con la Sociedad que tiene el fútbol chileno y apoye sistematizadamente a los ex futbolistas en riesgo social. Todo lo anterior, no será posible si no hay conciencia del valor de los roles no deportivos de la Federación. ANFP, ANFA y Clubes. Menos si no hay paz social entre los dirigentes que permita pensar y debatir para generar conocimiento y progreso. Imposible, si cada iniciativa no es valorada por su propio peso sino por el origen de la misma: la voto a favor o en contra si el que la propuso es de mi bando. No sólo Borghi, sino que todos deben ser medidos por sus propios éxitos o fracasos. El éxito de unos no es necesariamente el de otros al interior de la numerosa comunidad humana que participa en el fútbol chileno.

lunes, 21 de marzo de 2011

Una gran oportunidad

El fútbol chileno se encuentra frente a una gran oportunidad de transformar sus diferencias en un factor de progreso.
Todas las alegaciones, de una y otra parte, se fundan en supuestos ilícitos estatutarios que no acaban de probarse y si lo hacen, no son suficientes para cerrar el debate.
Falta de probidad, conflicto de intereses, elecciones no competitivas, falta de diálogo, bases inconsultas, entre otros,son argumentos que se esgrimen de una y otra parte.
Sin embargo parece no haber claridad estatutaria ni reglamentaria que zanje esas diferencias. Menos doctrina ni jurisprudencia. En algunos momentos prima la buena fe, en otros la mera literalidad, y siempre queda la impresión de una injusticia o un abuso, lo que termina perjudicando la fe pública en la actividad.
En estas circunstancias es propicio tener voluntad política de cambiar, adecuar y hacer cumplir la normativa que los propios clubes acuerden.
La primera responsabilidad personal e institucional de todos los que de una u otra forma participan de la actividad es avanzar en mayor institucionalización, limitar la discrecionalidad para minimizar el uso abusivo de la misma y siempre garantizar los principios del fair play que legitiman social y moralmente esta actividad.
Antes que una lista de consenso, hay que generar una agenda consensuada y asi estaremos transformando a la institución como la rectora de una actividad que si se personaliza se contagia con la pasión y excesos propios de la dinámica deportiva.

domingo, 13 de marzo de 2011

Fútbol: según la óptica en que se mire


El fútbol es generoso como actividad pero no se le puede pedir a las instituciones lo que la actividad íntegra puede ofrecer.
El fútbol es un deporte y como tal tiene muchas externalidades: desde las lúdicas propias del juego y recreación hasta las comerciales propias de la Industria de la Entretención, pasando por las sociales de integración y cohesión social y las individuales de formación y capacitación en habilidades blandas como el liderazgo, trabajo en equipo y solidaridad.
Entidades involucradas en el Futbol en Chile:
La ANFP es una corporación de derecho privado, sin fines de lucro, que tiene que crear y desarrollar el negocio de las empresas deportivas que la integran.
La ANFA es quien tiene como fin difundir la práctica deportiva, con fines de recreo y entretención, y es otra corporación de derecho privado, sin fines de lucro que también ha organizado una competencia como producto para empresas deportivas.
La ANFP, entidad dedicda el negocio del fútbol y la ANFA, dedicada a la práctica lúdica de este juego, son socios en una tercera entidad que se llama Federación que es la que tiene como objeto principal representar al país en competencias internacionales, a través del heraldo moderno del sentimiento patrio: las selecciones.
Erramos al exigir que la forma en las que se organiza el fútbol como negocio,la ANFP, cubra las demás externalidades del fútbol ya mencionadas.Los clubes de fútbol, socios de la ANFP, son sociedades mercantiles con fines de lucro. Su objetivo es participar en la Industria del Deporte a través de una Liga de Competencia clave para el negocio de entretención y contenidos asociados.
En este mundo de paradojas, quien hace negocios (SAD) mandatan para construir el producto comercial a una entidad sn fines de lucro (ANFP). Quien debe difundir el fútbol con fines lúdicos y sociales(ANFA),acepta en su seno a empresas deportivas (SAD que militan en tercera y en cuarta división) y ambas corporaciones, ANFP y ANFA, delegan la representación internacional del fútbol en un tercero, la Federación, que no tiene fines de lucro pero que se dedica casi en exclusiva a la explotación mercantil del mejor producto comercial que ha construído el fútbol chileno: la selección nacional. Una selección chilena a la que a su vez se le exige la representatividad de los valores patrios más propios de una vocación que de una oportunidad comercial para quienes asumen dicha representación.
Entonces, hay que pedir que cada cosa esté en su lugar y cada cuál esté en lo suyo, para que entre otras cosas, sepamos quien es el enfermo al que hay que remediar.
La ANFP debe dejar de ser una corporación sin fines de lucro si sus socios nacieron para éste. La ANFA se debe focalizar en el deporte como herramienta social y de progreso personal, abandonando productos comerciales en su seno. La Federación debe buscar la representatividad deportiva del fútbol del país y no ser el vehículo encargado de generar el financiamiento del déficit operacional que las empresas deportivas no pueden generar en su giro habitual dentro de la ANFP.
Si hay mal negocio o malos productos comerciales en el fútbol,la ANFP responde. Si el futbol no es usado como herramienta de desarrollo social y personal en el país, la ANFA responde y si la representatividad deportiva del fútbol chileno es mala, la Federación responde.
Si no se avanza en definir los roles de los distintos actores del fútbol chileno, estamos fallando porque el primer paso de responsabilidad y eficiencia de cada cuál es ser eficiente en lo suyo, por mucho que en esta confusión de roles, una entidad o persona desarrolle con éxito alguna cuestión que correspondía hacerlo a otra distinta.

martes, 8 de marzo de 2011

Federaciones Deportivas y Fútbol


La crisis del fútbol chileno tiene un trasfondo mayor del que a simple vista nos parece.
Varias lecciones que el fútbol y el deporte chileno deben aprender:
1.-Compromiso con la Sociedad: ninguna actividad pública -entendida como tal las que tienen impacto en la sociedad con o sin fines de lucro- puede desconocer el entorno en el que funciona.
2.-Buen Gobierno Corporativo:las normas de transparencia y buen gobierno corporativo afectan incluso a aquellas entidades privadas en la medida que, como el caso anterior, involucran a la comunidad.
3.-Función Jurisdiccional: el derecho deportivo faculta a las entidades a crear su propio régimen disciplinario y jurisdiccional. Sin embargo, es indispensable que esta función se apegue a los principios generales del derecho en especial la independencia y autonomía de los jueces, eliminando todas las instancias en las que se puede ser juez y parte a la vez.
4.-Industria del Futbol Profesional: los diversos clubes socios de la Federación y de la ANFP son actores que participan en la Industria del Fútbol Profesional. Y a pesar de la competencia implícita en la actividad deportiva, son parte de un proyecto común que trasciende a los operadores puntuales y que tiene objetivos y procedimientos que deben ser compartidos por todos, como asimismo hay espacios de crecimiento que sólo son posibles si se actúa con unidad y sinergias, sin caer en la colusión y dominación.
5.-Gestión de Personas: la inteligencia emocional en la relación con el entorno interno y externo; la capacidad de comunicación y la capacitación permanente de todas las personas ( directivos, técnicos, futbolistas, arbitros, administrativos, etc) que hacen posible la Industria del Fútbol Profesional, son condiciones de existencia y, a estas alturas, un imperativo ético, que trasciende a la mera necesidad de productividad y eficiencia de los recursos.
Los invitamos a descubrir otras oportunidades en esta crisis, convencidos que la solución a la actual es inevitable por la propia gravedad de la misma, pero que no significará crecimiento para la actividad y amenaza con volver a repetirse más temprano que tarde.

martes, 25 de enero de 2011

Futbol Joven

No es trivial lo que ocurre con la selección menor en el sudamericano de Arequipa. Es un equipo impredecible. Desde su formación hasta su juego. Desde su rendimiento hasta su esquema. Si bien la flexibilidad es un atributo, en este caso parece demasiado y en demasiados frentes. Solo puede ser flexible quien sabe lo que desea. Lo otro, son cambios buscando identidad y para ello no es un campeonato.
Pero la selección es reflejo de una actividad deportiva que en el futbol joven no tiene norte y por ende no tiene planes ni metas sustentables en el tiempo y que, por ser legitimas, se sostienen incluso más allá de una eventual derrota deportiva.
Cuántos cursos de perfeccionamiento y capacitación para técnicos jóvenes se han realizado en Chile en los últimos 10 años? Cuántos cursos de perfeccionamiento y capacitación para dirigentes de fútbol joven ? Cuántas reflexiones sobre el fútbol joven, sus características hemos tenido? Manejamos estudios comparativos como se hacen donde triunfan y donde fracasan para imitar y evitar prácticas?
Dirigir el fútbol joven no es planificar un torneo ni calendarizar los entrenamientos y juegos de las selecciones.
Supone trabajar en la formación de personas que eventualmente serán profesionales del fútbol. Por ello, la realidad socioeconómica, cultural y familiar no pueden desatenderse. Se debe jugar tanto como competir y mucho más que observar. El deporte es un juego de movimientos que se perfecciona con la práctica y esta no se condice con la cantidad de partidos que nuestros futbolistas jovenes tienen en el cuerpo. Entrenan más pero juegan menos que cualquier selecionado de fútbol escolar de un colegio que participe regularmente en los diversos torneos escolares.
Una paradoja: los que se suponen son los mejores futbolistas jóvenes de Chile, son los jóvenes que menos "horas-futbol" tienen en el cuerpo.
Cuando tengamos el norte claro, fluirá espontáneo el plan y por ende el director idóneo. Antes,como siempre, todo será una apuesta que se diluye cuando los dados ganadores ya no están sobre la mesa.

miércoles, 5 de enero de 2011

Planes y Programas del Futbol Chileno


No deja de ser sintomático: todos quieren a Marcelo Bielsa y su continuidad es la fortaleza principal de los nuevos líderes. Peligroso tanto afecto hasta para el propio Bielsa.
Marcelo Bielsa lo dijo con todas sus letras: el programa de Harold Mayne Nicolls es mas importante que su continuidad en el cargo.
Por ello, a un DT inteligente como Bielsa, no le seducirá un presidente que sólo aspira a mantenerlo en el cargo sin que quede claro para qué y cómo.
Es el principio del fin. A Bielsa le interesa un Presidente y un Programa sólido. Personas coherentes y con voluntad de sacar adelante los proyectos.
¿Que piensan los candidatos del campeonato? sirve de poco. Es más importante saber como lo mejorarán. Que piensan de la Selección? Es clave saber como la apoyarán.
El calendario y tipo de campeonato actual es una amenaza para la continuidad de Bielsa porque impide que los hechos cuadren con las declaraciones. El DT de la Selección necesita mas tiempo para preparar Copa América pero sus seguidores se lo niegan. Eso y la falta de programas y planes para otros temas, y no el caracter de Bielsa, son la causa más importante para presumir que no contaremos con el DT argentino y dificilmente tendremos uno similar a él. No por estilos similares, dicen que hay un bielsa made in china en funciones,sino por programas y convicciones.