miércoles, 30 de mayo de 2012

Fondo de Bienestar y Centros de Días para los Viejos Cracks

Se celebran los 50 años de la obtención del tercer lugar de la Copa del Mundo de Fútbol por el que Pelé ha considerado el mejor equipo de la historia de Chile hasta el día de hoy. A los homenajes, merecidos y que hablan bien de una comunidad deportiva que reconoce a estos campeones, se suman otras reflexiones que salen a cuenta cuando miramos la historia de nuestro futbol y, en especial, de nuestros futbolistas profesionales. Si bien encarnan muchas veces el papel de héroes de la patria, estos deportistas son profesionales que trabajan en esta actividad. Sin embargo, su relación laboral siempre fue muy precaria. Avanzó el año 1970 con la dictación del DFL n°1 de Guerra que constituyó el estatuto de los deportistas profesionales y actividades conexas. Finalmente, recién el año 2007 se igualó con el régimen general del trabajo. Antes del año 1970 debemos presumir que el deporte era amateur y eran contados los casos de deportistas que tuvieran una relación laboral propiamente tal. Entre 1970 y 2007, si bien había una relación laboral especial y recibían ingresos constitutivos de renta, como el sueldo y las primas, no se hacían cotizaciones previsionales como el resto de los trabajadores asalariados, con los graves riesgos para ellos y sus familias. Para compensar la falta de una cotización previsional, y los beneficios derivados de ésta, el DFL n° 1, creó un Fondo de Bienestar de los Futbolistas Profesionales y prometió un reglamento para la organización de estos fondos y leyes que se pronunciarían respecto de su financiamiento. Extraordinaria idea, que compensaba la falta de seguridad social de los deportistas con un fondo que iba a financiar las prestaciones de salud y vejez que demandaran. Sin embargo, los Fondos de Bienestar jamás se constituyeron. Hay responsabilidades compartidas en la materia, tanto de los propios futbolistas y de aquellos que tienen el rol de liderazgo como dirigentes y autoridades. Cuando miramos el paisaje de los futbolistas profesionales de antes de la era del oro futbolístico (digamos pre-1982 por generar hitos mundialistas) son contados los casos de los deportistas que tienen una relación profesional importante que les permita asegurar su vida y la de su familia. Por regla general, al día de hoy son trabajadores esforzados, que le ganan a la vida con un esfuerzo notable trabajando en diversas áreas. Todos con un vacío previsional que se les aparece implacable en la tercera edad o en la emergencia. Hoy, cuando aspiramos a crecer en la sociedad de las seguridades, es la hora de constituir el Fondo de Bienestar para ir en ayuda de los casos urgentes que viven aquellos héroes olvidados, que conservan la dignidad y no piden, pero que necesitan. Todos podrían postular al fondo en busca de ayuda, con un sistema reglamentado que garantice justicia y transparencia tanto en la concesión del beneficio como en la captura de los fondos necesarios para financiarlo. Además de estas ayudas de emergencia, pondría foco en nuestros futbolistas de tercera edad y animaría a la Federación a crear los centros de día, replicando la gran iniciativa gubernamental para acoger y atender diariamente a los adultos mayores, liberando a su familia y mejorando su calidad de vida. Un símbolo de respeto por nuestro pasado sería permitir a nuestros ex futbolistas pasar el día reunidos entre ellos, recibir atención integral y, de paso, ayudar con sus conocimientos, charlas y experiencias, en la cancha o en el aula, a miles de niños. Jóvenes que al escuchar a estos hombres con historias abrirán sus mentes, soñarán con el imposible que constituye el trampolín que todos necesitamos para ir más adelante. ¡Como todos ellos!. El 62 y siempre que entraron a una cancha.

viernes, 18 de mayo de 2012

Factor Pellegrini

Quisiera reinvindicar el gran trabajo realizado por Manuel Pellegrini en el fútbol español. No sólo la inédita clasificación del Málaga a Champions sino toda una trayectoria con el Villarreal (la que hoy recobra valor con el descenso del equipo levantino) y con el Real Madrid (celebrar el record de 100 puntos del Real Madrid 2012 es argumento suficiente para aplaudir un segundo lugar con 96 que obtuvo el “mister” chileno). Manuel Pellegrini tiene un estilo de trabajo “made in” Chile. Un estilo forjado en la cantera técnica de un chileno, Fernando Riera, y probado en clubes, canchas y jugadores chilenos. Los éxitos de Pellegrini en Ecuador, Argentina y España no se entienden sin su experiencia chilena. La diferencia o el valor de la oferta técnica y laboral de Pellegrini, puede que se haya construido en su permanente capacitación en el extranjero. Quizás ello podría explicar por qué entrenadores chilenos con el mismo recorrido no hayan tocado la tecla del éxito del ex jugador de Universidad de Chile. (Y excluyo expresamente a Arturo Salah quien a mi juicio triunfaría con creces en Europa) Me interesa este punto porque si hay algo que caracteriza a los entrenadores chilenos de fútbol, en general, es su reticencia a la capacitación y formación continua. No sólo no van a la cancha por una mala entendida lealtad con los entrenadores que trabajan sino que son reacios a participar en seminarios, foros, debates como actores y/o como espectadores. Asimismo creen, erróneamente, que es más sabio el que sabe lo que el otro ignora y por ello no son proclives a compartir conocimientos o propiciar instancias grupales que capaciten. Sin embargo, esta falta de capacitación también es consecuencia de la escasa oferta de formación y al nulo aporte que los clubes y las asociaciones hacen para apoyar la capacitación. Hoy, Manuel Pellegrini está en Chile y nada se organiza, con la debida anticipación, para escuchar sus experiencias, debatir sus planteamientos y sistematizar como conocimiento transmitido, las vivencias de este exitoso profesional. Creo que debemos empujar la capacitación y la formación. Confío en que habría recepción en las nuevas autoridades del INAF, por su experiencia académica, pero el motor del aprendizaje no está en el aula ni en el profesor sino en el propio alumno. No es de extrañar que cada día más técnicos extranjeros lleguen a Chile. Presentan bien las cosas, hacen gala de metodología y sistematización. Trabajan la presencia escénica y construyen equipos multidisciplinarios. Tienen una vinculación aunque sea ideológica con entrenadores exitosos. Quizás es lo primero que hay que aprender y reconocer en nuestros pagos. Hay muchos técnicos chilenos vinculados con el Factor Pellegrini, por haberlo tenido de compañero, entrenador o rival, que debieran construir una estrategia personal de mostrar con convicción lo que proponen y hacer muy convencidos lo propuesto. La presencia en Chile de nuevas ideas y visiones del juego, metodologías de entrenamientos y técnicas de liderazgo ya no exigen desplazamientos desde o hacia Chile. El mundo, gracias a la revolución de las comunicaciones, es cada día más cercano. Pero en caso de ser necesario, traer a uno es mejor que hacer viajar a cien. La capacitación para ser exitosa, no necesita ser exclusiva y excluyente. Es más, se aprovecha mejor compartiendo y debatiendo la información con otros pares aunque sea el rival de turno en la dura tarea de entrenar. No son mejores quienes saben lo que otros ignoran. Son mejores los que permanentemente están aprendiendo y compartiendo sus conocimientos. Quizás el Factor Pellegrini pueda ser el gatillante para convencernos que a los buenos que han venido de afuera, podemos sumarles los buenos entrenadores que hay en Chile y que no se atreven a renovar su oferta, capacitación de por medio. ¡Los estamos esperando, porque hay garantía de éxito!