Abrir las compuertas del fútbol

El Miércoles en Linares, Ñublense de Chillán clasificó para la Copa Sudamericana. Hace tres temporadas en esa misma cancha, Ñublense le ganó el ascenso de tercera a segunda división a Curicó, club que subió al año siguiente y es el actual líder de la segunda división.
En esa misma época, Deportes Concepción estaba en primera división, fue castigado por un año y actualmente juega en primera divisón.
Ñublense y Curicó han demostrado ser buenas instituciones y Deportes Concepción, pésima.
Sin embargo, Concepción sigue en el fútbol grande, incumplidor y desordenado, amparado en las elevadas barreras de entrada, y también de salida, que el fútbol chileno tiene y que frenan el libre tránsito de instituciones desde tercera a segunda y desde ésta a primera.
¿Por qué en el fútbol de primera pueden bajar hasta 4 equipos a segunda división y desde el fútbol de segunda sólo baja uno a tercera y, por ende, solo puede subir uno entre más de 30 equipos que pertenecen a la tercera división?.
¿Cuántos clubes como Ñublense y Curicó esperan en Tercera División una oportunidad y que desde ya aseguran que serán mejores cartas que Concepción por ejemplo?
Sin queremos fomentar un recambio institucional de verdad, también debiéramos permitar que sean cuatro los clubes de segunda que bajen a tercera y 4 los de ésta que tengan la oportunidad de subir(2 a todo evento y otros 2 en liguillas)
Con una reglamentación que fomente divisiones abiertas y competitivas, con cuadernos de cargos claros y voluntad política de aplicarlos, estamos seguros que empezarían a ingresar al fútbol profesional chileno instituciones y accionistas con solventes respaldos financieros y buenos equipos de gestión administrativa y deportiva y se lograría, en breve plazo, un cambio de insospechadas y felices consecuencias.