miércoles, 18 de febrero de 2015

Embajadores Deportivos

Muchas voces han comentado la decisión del gobierno de designar a Carlos Caszely, agregado de deporte en España. Comparto esa designación por lo que representa agregar a nuestra institucionalidad otra herramienta favorable al desarrollo deportivo de Chile. Hay consenso en la importancia social del deporte y lo clave de esta actividad para el desarrollo de políticas públicas orientadas a satisfacer derechos ciudadanos como la recreación, salud, educación y trabajo. Un país deportivo, con bajas tasas de sedentarismo, tiene beneficios que es inoficioso seguir recordando. Una competencia internacional con participación competitiva de chilenos genera una movilización social y una imagen país evidente. En un mundo en que el conocimiento cambia a velocidades insospechadas, más que acumular datos y técnicas condenadas a quedar obsoletas de inmediato, estamos obligados a “aprender a aprender” y para ello son relevantes las habilidades sociales de la persona tales como el liderazgo, trabajo en equipo, flexibilidad, empatía, esfuerzo, disciplina y otras que encuentran en el deporte una muy buena escuela. En un contexto en que la juventud tiene problemas de acceso al empleo, el deporte profesional es un importante empleador de jóvenes y, de paso, muestra impresionantes casos de promoción social. (Y no sólo me refiero a los seleccionados del fútbol sino que también a los miles que trabajan como futbolistas en Chile con sueldos muy superiores al que podrían aspirar en otras industrias; a los que en otros deportes han desarrollado una carrera deportiva profesional en el extranjero y a los cientos que han financiado sus estudios con becas deportivas en Chile o en el Extranjero, especialmente USA). Este nombramiento supone un reconocimiento para el deporte y una oportunidad para realizar algo que jamás se ha hecho: articular iniciativas de provecho para el Deporte Chileno importando experiencias y enseñanzas desde en el mundo deportivo español y europeo. Hay algunos que señalan lo innecesario de una agregaduría para generar esos contactos en plena época de las redes sociales y la interconectividad. Sin duda que hoy es fácil hacerlo todo “sin moverse del escritorio” gracias a la tecnología pero desgraciadamente nada se ha hecho. ¿Cuántas conferencias con intelectuales extranjeros se han articulado para los jóvenes alumnos de las escuelas conectadas a banda ancha e internet por la Red Enlaces? El propio deporte nos enseña que lo más valioso es jugar y hacerlo constituye desde ya un mérito. Es precisamente con las nuevas tecnologías que se pueden generar diálogos de valor para todos los estamentos del deporte chileno. Charlas y conferencias de entrenadores, deportistas o dirigentes exitosos que a través de la telepresencia, videoconferencia o el streaming puedan dirigirse a deportistas del norte y sur del país en un diálogo directo que democratice el conocimiento deportivo. Sin embargo, ello será posible no sólo con las nuevas tecnologías sino que demanda el impulso de alguien con las redes e influencia suficientes para convocar a los maestros idóneos y concretar esas lecciones magistrales a distancia. Estoy seguro que Carlos Caszely tiene la capacidad y, por la importancia del desafío, es quizás el partido más difícil que jugará en el extranjero uno de los más grandes futbolistas chilenos de todos los tiempos. Convencido que estamos dando otro paso en el posicionamiento institucional de una actividad social muy relevante, el deporte no sólo merece el nombramiento de un agregado deportivo en España sino en otros países punteros en el desarrollo deportivo. Y no sólo Carlos Caszely, también Elías Figueroa, Marcelo Salas, Iván Zamorano, Roberto Muñoz, Manuel Aravena, Alejandra Ramos, Sebastián Keitel, Pablo Squella, Jaime Fillol, Patricio Cornejo, Fernando González y tantos otros que pueden contribuir a través del deporte al desafío de transformarnos en un país mejor.

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