miércoles, 18 de febrero de 2015

El Mundial de Brasil

Finalizada la emocionante actuación de nuestra selección en Brasil 2014 emergen algunas reflexiones para compartir en el tercer tiempo mundialista. El valor de la convicción: No creo que en el deporte ni en otros ámbitos haya fórmulas o metodologías ganadoras "per se". Pero es indudable que una vez adoptada alguna fórmula hay que dotarla de legitimidad y jugarse a fondo por la misma. Por ello, la convicción en sus medios demostrada por la selección chilena es un ejemplo de mucho valor no sólo para nuestro fútbol sino para la vida nacional. Futbolistas jóvenes: Las nuevas generaciones irrumpen con señalado éxito en el campeonato mundial y son muchísimos los futbolistas de corta edad que asoman como figuras e incluso líderes en diferentes selecciones. El protagonismo alcanzado en la selección de Chile por jóvenes jugadores reafirma lo anterior y de paso demuestra las ventajas de tener un futbol joven desarrollado. Es indudable que la capacidad de estos jóvenes deportistas se ha desarrollado por su emigración temprana a ligas europeas pero ello no debe ser impedimento para apostar por otras herramientas de desarrollo de este estamento. Potenciar nuestros torneos de cadetes y participar en torneos y giras internacionales a nivel de clubes y selecciones nos ayudará alcanzar una alta competitividad de nuestros futbolistas para beneficio de nuestros clubes y nuestras selecciones. Entrenadores con años sabios: Si los futbolistas se toman el protagonismo de sus selecciones nacionales, a una edad en que la mayoría de los nuestros aún piden plazo para madurar, en las bancas pintan las canas. Sexagenarios entrenadores nos demuestran que la modernidad es cuestión de actitud y flexibilidad porque en las canchas estos experimentados técnicos nos ofrecen innovadoras variantes tácticas y modernas técnicas de liderazgo grupal. Un mensaje -sino un llamado de atención -a un país que jubila en todos los ámbitos demasiado pronto a no despreciar por la edad a profesionales destacados que son una vigente e inagotable fuente de conocimiento y enseñanza. Espectáculo y disciplina en estadios: Todos queremos asistir a un espectáculo de primer nivel. Pero no se transforma en ello un partido por el mero hecho de ser entretenido. El primer desafío de los organizadores es la preocupación por los detalles que hagan agradable la visita al estadio. El ciudadano corriente que mira al fútbol sin nuestra pasión de hinchas tiene la sensación que en el fútbol no tenemos aprecio por el "cliente" y aparentamos un foco excesivo en los costos de producción que afecta, por ejemplo, la adecuada cantidad de boleterías , torniquetes y margen de horarios para acceder y salir fluida y expeditamente del estadio. Tampoco nos ven enfocados en erradicar la violencia en los estadios y para ellos es un tema clave a la hora de decidir asistir a nuestros partidos. Exigir disciplina a los desordenados cuenta con el apoyo ciudadano y no debiera haber cálculos políticos ni temores por las molestias que a algunos les puede ocasionar la legítima actividad represiva. Lo que hizo Brasil fue poner en la balanza justa los derechos con las obligaciones del hincha. Formación y Capacitación: Es evidente que capacitarse no es sinónimo de ignorancia y por ende los técnicos, jugadores y dirigentes chilenos debemos abandonar el prejuicio que tenemos al respecto y fomentar iniciativas para hacerlo. Por ejemplo, ¿hubo algún seminario, charla o coloquio con Manuel Pellegrini sobre sus aprendizajes en la liga inglesa que sirviera incluso para que aquellos que lo saben todo comprobaran "lo adelantados" que están sobre el ingeniero?.¿Hemos intentado replicar las mejores prácticas de otras federaciones aprovechando la gran capacidad de relacionamiento y vivencias que tienen nuestros dirigentes nacionales? ¿El Estado está dispuesto a asociarse al fútbol no sólo como plataforma publicitaria sino como como una herramienta valiosísima para apuntalar proyectos-país tales como la difusión de la imagen país en el exterior, la generación de empleos juveniles, el desarrollo de habilidades blandas en el mundo escolar y universitario y/o la generación de hábitos de vida y alimentación sana? Captación de jugadores: Es evidente que en los clubes afiliados a la ANFP hay muy buenos futbolistas jóvenes pero ellos no son ni los mejores ni los que juegan más cantidad de partidos o tienen las mayores exigencias propias de la competitividad. Lo anterior, transforma en una oportunidad la revisión de nuestros procesos de captación de futbolistas jóvenes incluso para las selecciones menores y la definitiva conciliación del colegio y fútbol joven que permita a los jugadores con vocación de desarrollo intelectual no tener que abandonar sus estudios para mantener vigencia en el fútbol joven. Hemos avanzado mucho en la industria del fútbol chileno. Este deporte y su gente es más de lo que nosotros mismos creemos.

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