La verdad está saliendo a flote

Increíble!!! Pero la panancea no eran las sociedades anónimas y bajo esta estructura superpoderosa también se esconden demonios. Como siempre, la clave está en las personas. Stoppel fue castigado a perpetuidad y convertido en un paria del fútbol porque un grupo de fascinerosos, que además eran bueno para la pelota (no para el deporte del fútbol), cometió fraude. Ahora, Barticiotto es sindicado, por la prensa deportiva tradicional y los dirigentes íconos, como un ídolo con pies de barros porque "no sabe manejar" a un grupo de antisociales que estaban transformando el vestuario de un club deportivo en una "cueva de alí babá".

¡¡¡¡Se equivocan!!!! Ocurre esto, y otros vicios, porque hay sujetos malos y no porque en ese club haya una u otra organización legal.
El actual presidente de Colo Colo, paradigma de dirigente para la prensa tradicional, dice que no hay nada que investigar y se le reconoce inteligencia a esos dichos porque hay que cuidar el dinero invertido en los jugadores. Si un presidente antiguo del mismo club, y por la misma razón, hubiera optado por mantener el secreto del vestuario, le hubieran sindicado como uno más del sucio lote.
¡¡¡Señoras y señores!!!! Vamos por mal camino.
Antiguamente la mayoría de los clubes se administraban mal. En los antiguos clubes jugaban bandidos y también, en algunos, dirigían fascinerosos.
Pero, como lo demuestran los números fríos de Azul Azul, Blanco y Negro, Osorno, Wanderes, Iquique y otras conspicuas SA el fútbol es deficitario si no hay aporte de capital de inversionistas. Por ello, y a pesar de la mala administración de algunos, de players bandidos y ciertos dirigentes fascinerosos, hubo crisis.
Pero OJO: Los clubes hoy día, se siguen administrando mal pero con apariencia de bien (por eso colo colo y la u contratan mucho y mal y nada pasa). Siguen jugando bandidos, como en el Colo y en la camarín de la UE 2008, pero porque porque son rentables o carismáticos, se les cuida. (A dicho cuidado, se le tilda de inteligente y al director de hábil empresario. Ayer hubiera sido calificado como un blindaje corrupto de un cómplice.) Y si bien los dineros que se pierden son personales, el déficit existe. Y la contraprestación para que haya dinero es que los que lo ponen de sus bolsillo están ocupando los espacios públicos que en su anterior vida no tenían y que su egolatría, su ansias de poder y su lucha política les demanda. (Hay en esto tanto vicio personal como antiguamente dejar el club frente al déficit y no queren dinero de su bolsillo para salvar el prestigio y mantener la figuración).
La selección tiene a todos embobados porque hay disciplina. Pero la hay porque a Mayne Nicolls no le ha temblado la mano para apoyar a Bielsa, pero otro gallo cantaría si la selección hubiera perdido en sus partidos eliminatorios con los recambios. (Recuerden todos los que comercian desde la tribuna periodística con los males del fútbol como querían que les condonaran pronto los castigos a los acosadores sexuales que jugaron la ultima copa américa porque no imaginaban otra selección competitiva sin los castigados).
Esperamos que en un ambiente de aire fresco se abran las ventanas del fútbol y de verdad! ¿Por qué un joven decente no puede entrenar en cadetes de cualquier club? simplemente porque no se resiste entre los málos hábitos y estilos de su profesor y compañeros y las amenazas de los "padres-sostenidos" que no quieren competencia para su hijo).
Cuántas veces ha ido Bielsa a hablar con los chicos que trabajan en la soledad de las canchas de entrenamientos del sur y del norte? Cuántas veces ha estado Bielsa con los entrenadores que por una miseria, en condiciones miserables y con ínfimos conocimientos, entrenan a las futuras generaciones?.
El fútbol chileno está ganando en la cancha. Algunos clubes están lucrando. Pero como siempre, no sólo se trata de ganar y lucrar porque también los bandidos le ganan a la policía y se enriquecen con el contrabando.
Las estructuras del fútbol chileno no resisten más y se debe seguir trabajando en la renovación de ellas. Y, de paso, exigir un cambio generacional, más consistencia y coherencia entre lo que dicen y hacen a dos estamentos de gran influencia y poca renovación: los jugadores y los periodistas.