
Asimismo, celebro el aire fresco que llega desde China con la actuación de los nadadores. Sabían, como los ciclistas, que no estarían en la final. Sufren, como los ciclistas, la falta de apoyo económico y oportunidades. Se esfuerzan en su financiamiento, como los ciclistas, todos sus familiares. Pero, a diferencia de los ciclistas, COMPITEN con la contingencia incierta de ganar o perder propia de cualquier deporte. Ambos, le han dado a Chile LEGITIMA VISIBILIDAD por esfuerzo, perseverencia, pundonor y dignidad. Visibilidad que también enorgullece y prestigia a sus auspiciadores. Queremos para Chile deportistas como Kristel Köbrich y Oliver Elliot, sólo asi tendremos buenos ciudadanos y seremos un gran país. Porque al final del día, más que medallas, necesitamos líderes de conducta personal y el deporte es la gran reserva moral donde se pueden incubar dichos liderazgos.
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