sábado, 26 de marzo de 2011

Y afuera de la cancha?


Todos escriben, comentan y polemizan sobre lo que debe hacerse adentro de la cancha: que el sistema Bielsa se diferencia del Borghi; que los 4 defensas o los 3 del fondo; que hay que alinear tres delanteros o sólo dos; que hoy se deja entrar a la prensa y que se puede jugar play station; que ayer no había visitas de reconocimiento ni entrenamientos públicos....... Y afuera de la cancha? Invito a conversar mas allá de los nombres propios, sus curriculums o prontuarios, que es a lo que se reduce el debate directivo. Contra lo que se cree, el fútbol no sólo se hace adentro de la cancha. Afuera de la misma, a veces se sella la suerte de los que entran a darle a la pelota. Ocurre que los que están afuera, en vez de tener clara su pega, diseñarla y enfocarse a ella, se quieren juntar con los que están adentro y duplicar funciones. La Federación de Fútbol, la ANFP y la ANFA necesitan un cambio institucional profundo y urgente. Nuevos estatutos, nuevos reglamentos, nuevas bases de campeonato pero también se deben crear nuevas instituciones. Hay que crear una Contraloria Interna que vele por la legalidad, general y especial, de todos los actos y resoluciones. Un Centro de Perfeccionamiento que coordine las necesidades de formación y capacitación continua de los profesionales que trabajan en la Federación, ANFA, ANFP y clubes asociados para mayor eficiencia y productividad. Un Fondo de Desarrollo Institucional que genere recursos para subsidiar proyectos institucionales y fomentar el crecimiento de los clubes socios de la ANFP y ANFA. Una Gerencia de Recusos Humanos que transforme a la Industria del Fútbol en el mejor lugar para trabajar del país, fomente y destaque el empleo juvenil que otorga el fútbol profesional y apoye la empleabilidad de los deportistas y ex deportistas en otras industrias una vez que dejen la actividad deportiva. Una Gerencia de Planificación y Desarrollo Estratégico que desarrolle una visión corporativa de la industria , recoja las nuevas tendencias y desarrolle sinergias entre los clubes para generar mayor valor, negociando corporativamente frente a oportunidades comerciales similares o replicando entre los clubes chilenos las mejores prácticas de gestión nacionales e internacionales. Y, ciertamente, una Fundación que cumpla con el compromiso con la Sociedad que tiene el fútbol chileno y apoye sistematizadamente a los ex futbolistas en riesgo social. Todo lo anterior, no será posible si no hay conciencia del valor de los roles no deportivos de la Federación. ANFP, ANFA y Clubes. Menos si no hay paz social entre los dirigentes que permita pensar y debatir para generar conocimiento y progreso. Imposible, si cada iniciativa no es valorada por su propio peso sino por el origen de la misma: la voto a favor o en contra si el que la propuso es de mi bando. No sólo Borghi, sino que todos deben ser medidos por sus propios éxitos o fracasos. El éxito de unos no es necesariamente el de otros al interior de la numerosa comunidad humana que participa en el fútbol chileno.

lunes, 21 de marzo de 2011

Una gran oportunidad

El fútbol chileno se encuentra frente a una gran oportunidad de transformar sus diferencias en un factor de progreso.
Todas las alegaciones, de una y otra parte, se fundan en supuestos ilícitos estatutarios que no acaban de probarse y si lo hacen, no son suficientes para cerrar el debate.
Falta de probidad, conflicto de intereses, elecciones no competitivas, falta de diálogo, bases inconsultas, entre otros,son argumentos que se esgrimen de una y otra parte.
Sin embargo parece no haber claridad estatutaria ni reglamentaria que zanje esas diferencias. Menos doctrina ni jurisprudencia. En algunos momentos prima la buena fe, en otros la mera literalidad, y siempre queda la impresión de una injusticia o un abuso, lo que termina perjudicando la fe pública en la actividad.
En estas circunstancias es propicio tener voluntad política de cambiar, adecuar y hacer cumplir la normativa que los propios clubes acuerden.
La primera responsabilidad personal e institucional de todos los que de una u otra forma participan de la actividad es avanzar en mayor institucionalización, limitar la discrecionalidad para minimizar el uso abusivo de la misma y siempre garantizar los principios del fair play que legitiman social y moralmente esta actividad.
Antes que una lista de consenso, hay que generar una agenda consensuada y asi estaremos transformando a la institución como la rectora de una actividad que si se personaliza se contagia con la pasión y excesos propios de la dinámica deportiva.

domingo, 13 de marzo de 2011

Fútbol: según la óptica en que se mire


El fútbol es generoso como actividad pero no se le puede pedir a las instituciones lo que la actividad íntegra puede ofrecer.
El fútbol es un deporte y como tal tiene muchas externalidades: desde las lúdicas propias del juego y recreación hasta las comerciales propias de la Industria de la Entretención, pasando por las sociales de integración y cohesión social y las individuales de formación y capacitación en habilidades blandas como el liderazgo, trabajo en equipo y solidaridad.
Entidades involucradas en el Futbol en Chile:
La ANFP es una corporación de derecho privado, sin fines de lucro, que tiene que crear y desarrollar el negocio de las empresas deportivas que la integran.
La ANFA es quien tiene como fin difundir la práctica deportiva, con fines de recreo y entretención, y es otra corporación de derecho privado, sin fines de lucro que también ha organizado una competencia como producto para empresas deportivas.
La ANFP, entidad dedicda el negocio del fútbol y la ANFA, dedicada a la práctica lúdica de este juego, son socios en una tercera entidad que se llama Federación que es la que tiene como objeto principal representar al país en competencias internacionales, a través del heraldo moderno del sentimiento patrio: las selecciones.
Erramos al exigir que la forma en las que se organiza el fútbol como negocio,la ANFP, cubra las demás externalidades del fútbol ya mencionadas.Los clubes de fútbol, socios de la ANFP, son sociedades mercantiles con fines de lucro. Su objetivo es participar en la Industria del Deporte a través de una Liga de Competencia clave para el negocio de entretención y contenidos asociados.
En este mundo de paradojas, quien hace negocios (SAD) mandatan para construir el producto comercial a una entidad sn fines de lucro (ANFP). Quien debe difundir el fútbol con fines lúdicos y sociales(ANFA),acepta en su seno a empresas deportivas (SAD que militan en tercera y en cuarta división) y ambas corporaciones, ANFP y ANFA, delegan la representación internacional del fútbol en un tercero, la Federación, que no tiene fines de lucro pero que se dedica casi en exclusiva a la explotación mercantil del mejor producto comercial que ha construído el fútbol chileno: la selección nacional. Una selección chilena a la que a su vez se le exige la representatividad de los valores patrios más propios de una vocación que de una oportunidad comercial para quienes asumen dicha representación.
Entonces, hay que pedir que cada cosa esté en su lugar y cada cuál esté en lo suyo, para que entre otras cosas, sepamos quien es el enfermo al que hay que remediar.
La ANFP debe dejar de ser una corporación sin fines de lucro si sus socios nacieron para éste. La ANFA se debe focalizar en el deporte como herramienta social y de progreso personal, abandonando productos comerciales en su seno. La Federación debe buscar la representatividad deportiva del fútbol del país y no ser el vehículo encargado de generar el financiamiento del déficit operacional que las empresas deportivas no pueden generar en su giro habitual dentro de la ANFP.
Si hay mal negocio o malos productos comerciales en el fútbol,la ANFP responde. Si el futbol no es usado como herramienta de desarrollo social y personal en el país, la ANFA responde y si la representatividad deportiva del fútbol chileno es mala, la Federación responde.
Si no se avanza en definir los roles de los distintos actores del fútbol chileno, estamos fallando porque el primer paso de responsabilidad y eficiencia de cada cuál es ser eficiente en lo suyo, por mucho que en esta confusión de roles, una entidad o persona desarrolle con éxito alguna cuestión que correspondía hacerlo a otra distinta.

martes, 8 de marzo de 2011

Federaciones Deportivas y Fútbol


La crisis del fútbol chileno tiene un trasfondo mayor del que a simple vista nos parece.
Varias lecciones que el fútbol y el deporte chileno deben aprender:
1.-Compromiso con la Sociedad: ninguna actividad pública -entendida como tal las que tienen impacto en la sociedad con o sin fines de lucro- puede desconocer el entorno en el que funciona.
2.-Buen Gobierno Corporativo:las normas de transparencia y buen gobierno corporativo afectan incluso a aquellas entidades privadas en la medida que, como el caso anterior, involucran a la comunidad.
3.-Función Jurisdiccional: el derecho deportivo faculta a las entidades a crear su propio régimen disciplinario y jurisdiccional. Sin embargo, es indispensable que esta función se apegue a los principios generales del derecho en especial la independencia y autonomía de los jueces, eliminando todas las instancias en las que se puede ser juez y parte a la vez.
4.-Industria del Futbol Profesional: los diversos clubes socios de la Federación y de la ANFP son actores que participan en la Industria del Fútbol Profesional. Y a pesar de la competencia implícita en la actividad deportiva, son parte de un proyecto común que trasciende a los operadores puntuales y que tiene objetivos y procedimientos que deben ser compartidos por todos, como asimismo hay espacios de crecimiento que sólo son posibles si se actúa con unidad y sinergias, sin caer en la colusión y dominación.
5.-Gestión de Personas: la inteligencia emocional en la relación con el entorno interno y externo; la capacidad de comunicación y la capacitación permanente de todas las personas ( directivos, técnicos, futbolistas, arbitros, administrativos, etc) que hacen posible la Industria del Fútbol Profesional, son condiciones de existencia y, a estas alturas, un imperativo ético, que trasciende a la mera necesidad de productividad y eficiencia de los recursos.
Los invitamos a descubrir otras oportunidades en esta crisis, convencidos que la solución a la actual es inevitable por la propia gravedad de la misma, pero que no significará crecimiento para la actividad y amenaza con volver a repetirse más temprano que tarde.